Todo sobre el dolor crónico | causas y tratamientos

Portada dolor crónico

El dolor crónico es un tipo de dolor que persiste durante semanas, meses o incluso años. A diferencia del dolor agudo, que es una respuesta normal del cuerpo a una lesión o enfermedad, el dolor crónico puede tener causas más complejas y multifactoriales. En este artículo repasamos algunas de sus posibles causas y opciones de tratamiento.

Causas del dolor crónico

Es muy importante identificar los factores causantes del dolor crónico para su correcto abordaje terapéutico. La más comunes son:

  1. Lesiones: especialmente si la lesión no se trata adecuadamente o no se permite que el cuerpo se cure por completo.
  2. Enfermedades crónicas:  existen muchas patologías de base inflamatoria y autoinmune que cursan con dolor crónico como la artritis, la fibromialgia, la esclerosis múltiple, el síndrome de fatiga crónica, la diabetes mal controlada (neuropatía diabética), etc.
  3. Cirugías: algunas cirugías pueden causar dolor crónico, especialmente si la cirugía involucró nervios o tejidos sensibles.
  4. Trastornos emocionales:  la depresión, la ansiedad y el estrés crónico, pueden hacer descender el umbral doloroso y provocar dolor crónico.
  5. Cambios en el sistema nervioso: en el síndrome de sensibilidad central y en la diabetes mal controlada, por ejemplo, se producen cambios en la forma en que el cerebro y el sistema nervioso procesan el dolor.
  6. Lesiones nerviosas: pueden causar este tipo de dolor, como el síndrome del túnel carpiano o la neuropatía diabética.
  7. Factores genéticos: algunas personas pueden tener una predisposición genética o familiar.

Tratamientos para el dolor

El tratamiento del dolor crónico puede ser complejo y multifactorial, y depende de la causa subyacente del dolor. Estas son algunas opciones de tratamiento para el dolor crónico:

  1. Medicamentos:  analgésicos, como los opioides, los antiinflamatorios no esteroideos (AINE) y los relajantes musculares, pueden ser útiles para controlar el dolor crónico. Sin embargo, debido a los posibles efectos secundarios y al riesgo de adicción, es importante utilizar estos medicamentos bajo la supervisión de un profesional de la salud.
  2. Terapia física: la fisioterapia y la terapia ocupacional pueden ayudar a mejorar la movilidad, la fuerza y la flexibilidad, lo que puede reducir el dolor crónico.
  3. Terapia psicológica: la terapia cognitivo-conductual (TCC) y otras formas de terapia psicológica pueden ser efectivas para controlar el dolor crónico al ayudar a las personas a desarrollar habilidades para manejar el dolor y reducir el estrés asociado.
  4. Tratamientos intervencionistas:  la inyección de corticoides, la radiofrecuencia y la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), pueden ser útiles para tratar el dolor crónico.
  5. Tratamientos alternativos: las terapias complementarias y alternativas, como la acupuntura, la quiropráctica, la meditación y el yoga, pueden ser útiles para reducir el estrés y mejorar la salud física y emocional en general, lo que a su vez puede reducir el dolor crónico.

Es importante trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento individualizado para el dolor crónico. A menudo, un enfoque multidisciplinar que combine varios tratamientos puede ser más efectivo que un solo abordaje.

Fitoterapia

La fitoterapia es una práctica que utiliza extractos de plantas y hierbas para tratar diversas condiciones médicas. En el caso del dolor crónico, la fitoterapia puede ser útil como complemento de otros tratamientos para aliviar el dolor y reducir la inflamación.

A continuación citamos algunas hierbas y plantas que se utilizan comúnmente en la fitoterapia para tratar el dolor:

  1. Cúrcuma: es una hierba utilizada en la medicina ayurvédica para tratar la inflamación. La curcumina tiene propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a reducirlo.
  2. Jengibre: se utiliza para tratar la inflamación y el dolor. El jengibre contiene compuestos llamados gingeroles de propiedades analgésicas y antiinflamatorias.
  3. Sauce blanco: la corteza del Salix alba, contiene salicina, un compuesto que se convierte en ácido salicílico en el cuerpo. El ácido salicílico es el mismo compuesto que se encuentra en la aspirina.
  4. Boswellia: es una hierba utilizada en la medicina ayurvédica para tratar la inflamación. La resina de boswellia contiene compuestos que tienen propiedades antiinflamatorias y ayudan a reducir el dolor.

Es importante tener en cuenta que la fitoterapia no es una solución milagrosa para el dolor crónico y no debe reemplazar el tratamiento médico convencional. Si estás considerando la fitoterapia como complemento de tu tratamiento para el dolor crónico, habla con tu médico o farmacéutico para determinar si es apropiado para ti.

Además, es importante asegurarse de que cualquier suplemento herbal que tomes no interactúe con otros medicamentos que estés tomando.

Cómo vivir con dolor crónico

Vivir con dolor crónico puede ser un desafío, pero hay muchas cosas que puedes hacer para mejorar tu calidad de vida y minimizar el impacto del dolor en tu día a día:

1. Aprende a manejar el dolor:  no se puede eliminar por completo, pero puedes aprender a manejarlo mejor. Las técnicas de relajación, como la meditación y la respiración profunda, pueden ayudarte a reducir el estrés y la ansiedad, lo que puede disminuir la percepción del dolor.

La terapia cognitivo-conductual puede ayudarte a cambiar tu percepción del dolor y a desarrollar estrategias para manejarlo mejor.

2. Mantén una actitud positiva: es fácil sentirse abrumad@ y deprimido@ cuando se vive con dolor, pero mantener una actitud positiva puede marcar una gran diferencia en cómo te sientes.

Trata de enfocarte en las cosas positivas de tu vida y en las cosas que puedes hacer en lugar de en lo que no puedes hacer.

3. Busca apoyo: habla con tus amigos y familiares sobre cómo te sientes y lo que necesitas. Buscar un grupo de apoyo y un terapeuta también puede ser una excelente opción para ayudarte a manejar el dolor y las emociones asociadas.

4. Haz ejercicio regularmente: la actividad física libera endorfinas que son antiinflamatorios y relajantes naturales. Te ayudará a reducir el dolor y a mejorar la flexibilidad y la fuerza. Trata de hacer ejercicio regularmente, incluso si solo son caminatas cortas o ejercicios de bajo impacto.

5. Aprende a descansar: el dolor puede agotarte física y emocionalmente, intenta descansar adecuadamente y a tomarte el tiempo que necesites para recargar tus baterías.

Puedes probar la melatonina  una hormona natural que se produce en la glándula pineal del cerebro que ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo y reduce la inflamación..

Recuerda que el dolor crónico no define quién eres y que hay muchas cosas que puedes hacer para vivir una vida plena y significativa.

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