La alopecia se define como la caída del cabello con disminución de densidad capilar, que puede ser de forma localizada o generalizada, temporal o definitiva.
La caída del cabello aparece con una frecuencia en un 60% de los hombres y en el 30% de las mujeres y se puede decir que es una enfermedad que no solo afecta al cabello sino también, a la autoestima del paciente.
Cada persona tiene un promedio de 100.000 pelos, y cada día caen de forma natural un promedio de 50 a 100.
Cómo crece el pelo
Cada cabello nace en el folículo piloso, estructura que le brinda nutrientes y estabilidad para su crecimiento.
Los folículos se encuentran en la dermis, la capa que se encuentra justo debajo de la epidermis (la capa más superficial de la piel).
En los folículos se desarrollan las fases de crecimiento del pelo y además, se encuentran receptores hormonales que actúan en dicho ciclo.
El ciclo de crecimiento es cíclico y repetitivo aunque, no todos los cabellos se encuentran en la misma fase al mismo tiempo:
- Fase anágena o de crecimiento: en la que el pelo crece, es la más larga, de 2 a 6 años.
- Fase catágena o de transición: el folículo piloso entra en un período de inactividad, el pelo deja de crecer pero tampoco cae. Dura unas 3 semanas.
- Fase telógena o de reposo: el pelo cae aunque luego vuelve a nacer otro pelo y dura entre 2 y 3 meses.
Lo habitual es que cada ciclo de crecimiento se repita 25 veces en cada folículo.
Causas de la caída del cabello
Entre los factores que afectan a la caída del cabello, están la predisposición genética (edad, sexo y raza), enfermedades (lupus, déficit de hormonas tiroideas…), factores hormonales, autoinmunes, emocionales, etc.
También hay que tener en cuenta los factores ambientales (contacto con agentes tóxicos), la exposición a determinados medicamentos (citostáticos, antidepresivos, inmunosupresores…) o los factores estéticos (peinados muy tirantes como coletas…).
Tipos de alopecias
Existen más de cien tipos siendo las más frecuentes las alopecias androgénica y areata en hombres y, en mujeres, la androgénica femenina, el efluvio telógeno y la alopecia frontal fibrosante .
Alopecia androgénica
Comienza a partir de los 20 años y afecta a más del 60% de hombres en algún momento de su vida. Sus causas pueden ser de tipo hormonal donde destaca la alta presencia de dihidrotestosterona en sangre.
Los folículos más afectados son los de la parte frontal y de la coronilla, que van reduciendo su tamaño hasta desaparecer si no se pone remedio.
Para identificar el grado de alopecia que presenta el hombre existe la Escala de Hamilton-Norwood presenta 7 grados (donde el 1 es el caso más leve y el7 más avanzado).
Alopecia androgénica femenina
Afecta a un 25% de mujeres y puede aparecer por diferentes causas: antecedentes familiares, trastornos hormonales, falta de hierro y vitaminas, anorexia nerviosa, dietas hipocalóricas…
Lo más frecuente es que empiece después de la menopausia debido a la disminución de estrógenos y al aumento de la dihidrotestosterona.
Visualmente se detecta en la raya central del cabello que cada vez se hace más ancha siendo las zonas más afectadas la zona frontal y parietal.
Efluvio telógeno
Se caracteriza porque el ciclo de crecimiento se altera cayendo gran cantidad de pelo en un breve período.
La caída excesiva de cabello se detecta en la ducha, en la almohada, una disminución evidente de grosor de la coleta… Se distinguen dos tipos:
Agudo: el cabello cae en mucha cantidad 2 ó 3 meses después de que se produzca el causante de la caída. Dura de 3 a 6 meses y es reversible. Te recomendamos nuestra rutina anticaída para frenar la pérdida de cabello y recuperar su densidad y fortaleza .
Crónico: una intensa caída de cabello mantenida en el tiempo. Aparece por distintas causas: estrés parto, COVID-19, intervenciones quirúrgicas. En este caso es conveniente incluir tratamiento oral y tópico de formulación magistral alopecia para paralizar la fase telógena y recuperar la salud capilar.
Complementos nutricionales caída del cabello
Existen nutrientes que son fundamentales en la salud del folículo piloso y en la estética de la fibra capilar, fomentando su elasticidad, brillo y fuerza.
Los complementos nutricionales son fundamentales para tratar la caída, consiguiendo fortalecer el cabello y evitando su rotura. Debe mantenerse el tratamiento con complementos nutricionales durante 3-6 meses.
- Gelatina hidrolizada (potencia la fase anágena).
- Zinc (combate la falta de brillo y vitalidad).
- Vitaminas B5 y B6 (regeneran el bulbo piloso).
- Fosfato cálcico y ácido pantoténico (estimulan el crecimiento, la regeneración y resistencia del cabello).
- Vitamina B7 o biotina (fortalece el bulbo piloso).
- Cistina y metionina (aminoácidos muy ricos en azufre (el 5% del peso del tallo piloso es azufre y se presentan como enlaces de disulfuro que cementan las fibras de queratina, proteína que forma el pelo).
- Vitamina E (evita la oxidación del cabello y estimula la circulación).
- Colágeno hidrolizado.
- Extracto de Serenoa repens (planta que regula la actividad de los andrógenos en el folículo piloso).
- Extracto de Cucurbita pepo de Punica granatum y de Solidago virgaurea.
- Ácido hialurónico (hidrata, nutre y protege el cuero cabelludo).
- Selenio (estimula la regeneración capilar).
Consejo farmacéutico
- Lavar el cabello 3 ó 4 veces a la semana. Con ello se consigue eliminar todo el cabello que debe caerse acortando la fase de caída para que comience cuanto antes la fase de crecimiento.
- Utilizar champú anticaída con pH ácido porque estimula el folículo piloso y normaliza la secreción sebácea. Contiene:
-Adenosina que estimula el crecimiento del cabello.
-Extracto de Ortiga que refuerza y revitaliza el cuero cabelludo.
-Extracto de Lúpulo que estimula el crecimiento natural del cabello.
-Arginina + Carnitina que refuerzan e hidratan, con efecto espesante. Cabello está más fuerte, revitalizado y regenerado. - Fortalecer y nutrir con lociones y serums después de lavar y secar.
- Los cosméticos externos como la gomina, gel, .. no suelen afectar a la evolución de la alopecia.
- Cepillar el cabello con peines adecuados que no rompan las fibras capilares.
- Promover la dieta mediterránea, rica en vitaminas, minerales, aminoácidos y ácidos grasos omega 3. Reducir el consumo de alcohol, azúcares refinados y alimentos procesados.
Alimentos ricos en minerales y vitaminas para un cabello sano
- Biotina: huevo, aguacate, cereales integrales, levadura de cerveza, nueces, pistachos, soja, almendras, patata, brócoli, coliflor…
- B6: anchoas, avena, cereales integrales, sardinas, atún, salmón…
- B3: atún, pollo, zanahoria, hígado, legumbres, cacahuetes…
- B5: hígado, moluscos, leche, champiñones, aguacate, pipas de girasol…
- Zinc: carne roja, huevo, marisco, moluscos, pollo y pavo…
- Hierro: carnes rojas, legumbres secas, cereales integrales, frutos secos, marisco de concha…
- Ácidos grasos omega 3: pescado azul, nueces, mariscos, huevo, semillas de chía o de linaza…
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